Palacio de Liria Pamplona/Iruña
28 Noviembre 2014
Duque de Alba de Tormes
D. Carlos Fitz-James
Don Carlos, me dirijo a usted obviando los tratamientos, símplemente
de persona a persona. En primer lugar vaya por delante mí pésame, por la
pérdida de su Señora madre Dña Cayetana.
Me es un deber innegable poner a nuestra historia en el
lugar que le corresponde por derecho, de la que sois partícipe, para poner fin
a quinientos años de falsedades.
Me permito darle datos históricos, sin agobiarle, por ello doy
comienzo. El 25 de agosto de 1424, el monarca Carlos III de Evreux, en la boda de
su hija ilegítima Juana con Don Luis de Beaumont, hijo de Don Carlos de
Beaumont, Alférez del Reino, siendo por lo tanto el primer Conde de Lerín, con
la distinción de las Corte nabarras de Condestable del Reino, título no hereditario.
El 10 de Marzo de 1507, la Reina titular de Nabarra Dña
Catalina I de Foix, ante el Tribunal de Baiona, anula de la Armeria del Reino
el título del Condado de Lerin y Condestable de Nabarra, y la confiscación de
todas sus propiedades a Don Luis II de Beaumont, acusado de alta traición, siendo
desterrado, el mismo que falleció en la corte de su cuñado Fernando el Católico
en 1508.
Con estas aclaraciones, las que podeis verificar, le hago
saber, que dichos títulos no existen en la Armeria de Nabarra. Ahora bien, que
el invasor y conquistador se lo rehabilitara a Don Luis de Beaumont, fue un fraude
y usurpación sin precedentes. Como le expreso desde 1507 no existen.
Introduzcamonos en la trayectoria de su antecesor, el temido
y odiado en la Nabarra del entonces, el que bien recompensó a Don Luis de Beaumont,
por su ayuda prestada a conquistar Nabarra en 1512, pasando a la historia como
un genuino traidor. Sigamos, dicho Duque penetró violando la frontera de
Nabarra por la Burunda el 21 de julio de 1512, sin previa declaración de
guerra, sorprendiendo a la población y a las Corte de Pamplona. Su paso por el Reino
quedó patente de su brusquedad e intolerancia, sembrando el pánico por todas
las villas de este milenario reino, cometiendo crímenes de lesa humanidad, delitos
que no han prescrito, los que en su momento pueden ser llevados ante tribunales
internacionales
Nuestra memoria no nos falla,sabernos que fuimos conquistados
y expoliados, ya va siendo hora de reparar el daño ocasionado por el bien de
todos, poniendo fin a estas farsas. Me limito
a daros mi consejo personal, efectue la renuncia al título de Conde de Lerin y el
de Condestable de Nabarra (ambos no existen) Ya su Señora madré vendió al
Gobierno de Nabarra las propiedades de la Casa Condal de Lerín, las que ya no
tenia desde 1507, fue algo que no se pudo evitar, dicho trato se hizo en el mas
estricto anonimato, de haber sido hoy se hubiera evitado ante una corte de
justicia....a fin de cuentas era un botín de guerra, la historia así lo demuestra,
la historia del vencedor desde luego no, dado la escriben los vencedores.
Si tras meditar con vuestra conciencia y ética acordais
renunciar a dichos títulos, me lo haceis saber, la misma que se dará a conocer
en todos los medios de comunicación de Nabarra y su ciudadania quedará
informada. No estaría de mas, que pidiera a Nabarra perdón por las atrocidades
cometidas por su antecesor. No considere esto como una humillación, si no mas bien
un gesto de humanidad y sencillez. Tome ejemplo de el Papa Juan Pablo II, el
que en nombre de la Iglesia Católica, pidió perdón a Nabarra por las faltas y
errores cometidos por la Inquisición. Así se nos comunicó mediante su Carta
Enciclica de 12 de Marzo de 2000 Ciudad del Vaticano.
Sin mas que expresarle,en la espera de sus gratas
noticias,le saluda atentanente.
fdo. Blas de Beaumont